PÁRROCOS
DEL SIGLO XX EN LAGUNA DE CAMEROS
(V)
JESÚS
MATUTE BARTOLOMÉ (1952-1956)
Jesús
Matute Bartolomé, sustituyó en la parroquia de Laguna a Benito
Manrique del Río y, fue sustituido a su vez, por Santos García
Angulo.
Nacido
el 9 de febrero de 1925 en Huércanos, fue ordenado sacerdote, el 11
junio de 1949 en el Seminario nuevo de Logroño.
Después
de Benito Manrique y antes de Jesús Matute, estuvo durante unos
meses (octubre 1951 a enero de 1952) de encargado accidental, el cura
ecónomo de Cabezón, Bienvenido Calvo Martínez. En febrero fue
sustituido por Jesús Matute que según consta en los libros
sacramentales, estuvo en Laguna hasta 1956.
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Jesús Matute. Fotografía del libro "Historia viva del Seminario nuevo de Logroño", de Felipe Abad León
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En
1952, siendo obispo de la diócesis Fidel García, la Virgen de
Valvanera peregrinó por toda la diócesis, incluidos algunos pueblos
de Navarra, Soria y Burgos, como Viana, Yanguas y Miranda de Ebro,
dado que hasta 1956 estas localidades entre otras formaban parte de
la diócesis de Calahorra y Lacalzada-Logroño. La multitudinaria
peregrinación fue el preámbulo a su coronación como Patrona de La
Rioja y Cameros. Esta se produjo en el Espolón logroñés, el día
15 de octubre de 1954 y el acto estuvo presidido por el dictador
Francisco Franco y el entonces obispo de la diócesis, Abilio del
Campo y de la Bárcena, que había sustituido al anterior Fidel
García, que cansado de las presiones políticas y conspiraciones
contra su persona por no ser afecto al régimen, tupo que presentar
su renuncia.
Pues
bien, en su peregrinaje por la provincia, la virgen pasó por Laguna,
el primero de octubre de ese año de 1952. Y en el acto que se
celebró en la parroquia Tomás García Hernández, "El Tordo",
recitó a la virgen esta poesía supongo que compuesta por él y
titulada "A
la Virgen de Valvanera"
(La poesía a sido copiada de Facebook, de un post de su nieto Tommy.
No está muy legible):
todo
el pueblo de Laguna,
A
los monjes que te custodian
que
Reina, de Rioja y Sierra.
Son
tus hijos Virgen Pura
ellos
en los montes distercios.
el
otro, que son tus labios.
el
del Roble, aunque sagrado
sino
me faltan las fuerzas
Haz
que lleven mis palabras
Yo
te ofrezco lo que valgo
ya
te he dicho lo que soy,
para
hablarte no muy sabio
tu
protección y consuelo,
y
que al pueblo de Laguna
lo
protejas desde el Cielo.
Que
queden bajo tu amparo
las
cosechas, los ganados
y
sus hogares, protegidos.
la
salud que hayan perdido
y
cuando vuelvas de nuevo
Aquellos
que están ausentes
allá
por lejanas tierras,
El
día 24 de septiembre de 1955, el ayuntamiento presidido por Juan
Moreno del Valle, por medio de un escrito, solicita al cura ecónomo
de la parroquia de Laguna de Cameros, Jesús Matute Bartolomé, que
exponga por escrito “las
razones por las cuales se niega a colocar en el archivo existente en
la sacristía de la dicha iglesia parroquial de la villa y propiedad
de este ayuntamiento, las tres llaves que anteriormente tenía”,
tal y como le han manifestado verbalmente en varias ocasiones,
algunos miembros de la corporación municipal. El cura párroco, amén
de negarse con rotundidad a tal pretensión, alegando que dicho
archivo es “legítima
propiedad”
de la parroquia, y de poner el asunto en manos del Vicario General de
la Diócesis del Obispado de Calahorra y La Calzada, presenta al
ayuntamiento un informe de fecha 31 de octubre, en el que expone las
razones por las que considera que el archivo es propiedad de la
iglesia y no del ayuntamiento. La polémica pues, estaba servida.
Pero,
hagamos un poco de historia. Entre los años 1435 y 1482, el cabildo
de San Martín de Albelda promulga unas Ordenanzas Municipales para
Laguna de Cameros, con el fin de regular las habitualmente tensas
relaciones entre los señores eclesiásticos y sus vasallos del
Concejo de Laguna. De las treinta y ocho disposiciones que contienen
las ordenanzas y que pretenden gobernar los ordenamientos civil y
penal así como la administración pública de la villa, una de
ellas, la que hace el número veintinueve, dice: “…ordenamos
e mandamos quel Concejo mande fazer e faga un arca en que esten todas
las scripturas del Concejo, la qual tenga dos llaves e las tengan los
alcaldes, cada uno la suya, e la pongan en la Iglesia de Santa Maria
del dicho logar…”.
Es decir, manda al concejo hacer un arca para guardar los documentos
que se generan en las relaciones entre el cabildo y el municipio y le
ordena que tenga dos llaves, una por cada uno de los alcaldes.
Hoy,
puede verse un hueco abierto en la pared oeste de la sacristía,
donde se guardaba un arca de madera cerrada con tres llaves, que
respectivamente custodiaban el Alcalde, el Teniente-Alcalde y el
Concejal Síndico. Este hueco quedaba cerrado por una puerta cuya
llave se guardaba en la sacristía. Por tanto, para la apertura del
archivo, se necesitaba la concurrencia de los tres claveros y del
cura párroco. Los mayores del pueblo aún lo recuerdan.
Y así se mantuvo esta situación, hasta que en agosto de 1952, con
motivo del saneamiento y catalogación de los fondos del archivo por
parte de José Zamora Mendoza, archivero de la colegiata de Logroño
y auxiliado por el secretario del ayuntamiento Rafael Aldazábal, se
colocaron unos estantes, cerrados por una sola puerta, cuya llave
pasó a custodiar el cura párroco. Desaparece, por tanto,
subrepticiamente la arqueta, y los documentos son colocados en las
baldas, custodiados solamente por la llave que guardará el cura
párroco. Los gastos de catalogación y carpintería del archivo,
corrieron a cargo del ayuntamiento que entonces presidía Félix
Martínez, así como de las aportaciones particulares de Francisco
Jiménez y Domingo Terroba.
En
el informe de 31 de octubre, citado más arriba, el cura párroco
expone las siguientes razones para intentar demostrar que la
propiedad del archivo es de la iglesia: Primeramente, que el citado
archivo se haya situado en la sacristía parroquial. En segundo
lugar, que en él se conservan documentos anteriores a la creación
del ayuntamiento. Dice, que la villa de Laguna era señorío de
entidades eclesiásticas, como los cabildos de Albelda y de la
Redonda de Logroño. En tercer lugar, que el archivo contiene
documentos eminentemente religiosos, como hojas sueltas de un
breviario, bulas papales, escritura de censo para Sermones
Cuaresmales, etc. En cuarto lugar, que el hueco que contenía la
arqueta estaba cerrado por una puerta cuya llave guardaba el párroco.
En quinto lugar, en el libro III de fábrica, en el que se habla de
este archivo repetidamente, se constata que las cuentas de la fábrica
de la iglesia se rendían en presencia de los alcaldes ordinarios de
la villa y que tras la rendición se encerraban en el archivo, así
como los dineros y probablemente los documentos. A dichos alcaldes se
les entregarían las llaves en concepto de mera custodia. Y por
último, el archivo figura como propiedad de la iglesia en un
inventario que figura al final del III Libro de Fábrica, ya citado.
Al
parecer, la situación de desencuentro entre el ayuntamiento y el
cura, se debió complicar, pues con esa misma fecha de 31 de octubre,
el cura párroco reclama en un oficio al ayuntamiento, “la
inmediata entrega de los documentos obrantes actualmente en su poder
y que fueron extraídos, con mi anuencia, para ser exhibidos por el
mismo ayuntamiento como prueba de sus derechos, del archivo de la
sacristía de esta parroquia.”
Al parecer, como el Concejo no conseguía convencer al párroco, tiró
por la tremenda y retiró del archivo algunos documentos, una
Concordia con la Villa de Pinillos sobre amojonamientos y una
Ejecutoria ganada por la villa de Laguna en 1726.
Por
fin, el 2 de diciembre de ese mismo año, el ayuntamiento,
sintiéndose atropellado en lo que considera su derecho legítimo,
recurre a la máxima autoridad gubernativa provincial en busca de
amparo. Le expone los hechos y le insta “…al
deslinde del dominio, como en justicia proceda.”.
No consta que hubiera contestación por parte del Gobernador Civil.
En
el año 1969, la investigadora María Isabel Falcón Pérez, en un
trabajo de investigación intitulado Ordenanzas
Municipales de Laguna de Cameros,
dice que el archivo municipal de Laguna se encuentra en la iglesia
parroquial.
En
1992, otro investigador, Pedro Pérez Carazo, en una comunicación
presentada en la “III
Semana de Estudios Medievales” de
Nájera, bajo el título de “Laguna
de Cameros y sus relaciones con el monasterio de San Martín de
Albelda”,
dice textualmente “La
presente comunicación se basa fundamentalmente en la transcripción
y estudio de la documentación medieval del Archivo Municipal de
Laguna de Cameros…”. Documentación que se encontraba en la iglesia parroquial.
Los
documentos medievales a los que nos hemos referido siguen hoy día
custodiados por la iglesia, pero a tenor de lo expuesto, parece lógico pensar que sean de titularidad municipal.
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Procesión por las calles de Laguna presidida
por Jesús Matute y Santos García.
Fotografía cedida por "Maruchi".
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Veamos
alguna cita sobre el párroco en la revista “El
Najerilla”.
Febrero de 1952. “Por
cese de nuestro párroco don Benito Manrique, se hizo cargo de la
parroquia el del vecino pueblo de Cabezón, habiendo llegado el
recientemente nombrado, don Jesús Matute, a quien deseamos grata
estancia entre nosotros”. Otra
cita de la revista, de marzo de 1953. “Por
iniciativa de nuestro párroco, don Jesús Matute, se están llevando
a cabo importantes reparaciones en nuestra parroquia”. Otra de octubre de 1953. “Se
encuentra enfermo nuestro párroco don Jesús Matute”. Y
por fin, una ultima cita en la revista, de septiembre de 1956. “Cesó,
por traslado, nuestro párroco don Jesús Matute, habiéndole
sustituido don Santos García”.
Estuvo a pupilo en casa de Carmen Arce Rodríguez, sita en la Plaza Constitución, junto a la "Fuente Villa". Después
de Laguna estuvo durante unos cuantos años en Bañares, al menos entre
1968 y 1993.
Después
de su jubilación siguió viviendo en Bañares y
posteriormente residió en el hogar sacerdotal de Logroño.
Cuando en el año 2013 lo visité en el hogar, ya se encontraba
bastante enfermo. Falleció
el 17 de septiembre de 2014 en Huércanos.
Como decíamos al comienzo, a Jesús Matute lo sustituyó en la parroquia de Laguna, Santos García Angulo, del que hablaremos en el próximo post.
