CONSTRUCCIÓN DEL PUENTE DE CABEZÓN SOBRE EL RÍO MAYOR. AÑO 1883.
El día 16 de agosto de 1881,
el alcalde de Cabezón, Victoriano Martínez y el secretario de su ayuntamiento,
Nicolás Gutiérrez, se dirigían por medio de una circular a los hijos ausentes
del pueblo en los siguientes términos: “Llenos
del más intenso dolor y desconsuelo tenemos el sentimiento de participarle que
el día 20 de Julio próximo pasado tuvo este su querido pueblo y jurisdicción,
la desgracia de sufrir una terrible y espantosa tormenta, que dejó asolados los
campos, devastados sus frutos, destruido el puente que hermana a los vecinos
del pueblo por medio de aquél, y llenos de penuria y miseria a los vecinos sus
paisanos con la pérdida de lo que constituía su riqueza, cual es el pan con que
habían de alimentar sus tiernos hijos mediante el continuo trabajo de un año
que habían visto en pocas horas desaparecer con el destructor elemento.”
Fig. 1. Planta y alzado en el proyecto del puente de Cabezón sobre el río Mayor |
Continuaba el escrito,
apelando a la solidaridad de los hijos ausentes del municipio, con el fin de allegar
fondos necesarios para la reconstrucción del puente. Se establecía una
suscripción popular, dado que el precario estado económico del municipio no le
permitía acometer una obra de semejantes características, máxime habiendo hecho
lo posible por remediar los efectos de tal devastadora tormenta.
Fig. 2. Secciones longitudinal y transversal en el proyecto del puente de Cabezón. |
Además, se solicitó de las
autoridades provinciales, una subvención con la que poder completar el
presupuesto del nuevo puente de piedra
que sustituiría al anterior, de madera, arruinado por la crecida. En marzo de
ese mismo año, el Gobierno de la entonces provincia de Logroño, aprobó la
concesión de una subvención por valor de la mitad del presupuesto total de la
obra, cuyo monto ascendía a 11.270 pesetas.
Fig. 3. Proyección horizontal del puente y firma de Amós Salvador Rodrigáñez, ingeniero del proyecto. |
El proyecto costó 5.000 reales
y lo firmó un joven ingeniero de Caminos, Canales y Puertos,
que pocos años después de la ejecución de esta obra emprendería una prometedora
carrera política de la mano de su tío y mentor, Práxedes Mateo Sagasta. Este
ingeniero se llamaba, Amós Salvador Rodrigáñez.
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Las obras, que dieron
principio el 19 de julio de 1883, comenzaron con el acopio de piedra de una cantera
ubicada en San Román de Cameros. A continuación se realizaron los cimientos, para lo que hubo que bajar más de cuatro metros en el lecho del río hasta
encontrar roca firme. Para finales de ese mismo año, el puente ya estaba
prácticamente concluido.
Fig. 4. Estado actual del puente. |