25.7.21

EL MAGISTERIO DE PRIMERAS LETRAS EN LAGUNA DE CAMEROS DURANTE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVIII

Si bien es cierto que durante el comienzo del reinado de los “austrias” ya se tienen noticias de las primeras escuelas infantiles, es durante el siglo XVII, cuando éstas se van a ir extendiendo muy poco a poco por toda la península ibérica. Así podemos comprobarlo en un documento de 1622 donde se habla de la necesidad de crear una escuela de niños en Laguna. Se trata de un asiento en el Libro Iº de Fábrica de la Iglesia Parroquial, realizado con motivo de la visita pastoral diocesana girada por Don Joseph Bendigar y Arellano en representación del obispo de la diócesis calahorrana D. Pedro González del Castillo. El asiento del libro dice así: Ottrossi Porqto sumd ab isto El gran daño quesesigue no aya Maestro de niños enesta Villa y q los mochachos Andanperdidos manda sumd sebusque Maestro y selede Lasacristia paquecon ella y lo que Leda la Villa Enseñe a los niños” (Otro sí, porque su merced ha visto el gran daño que se sigue no haya maestro de niños en esta villa y que los muchachos andan perdidos, manda su merced se busque maestro y se le de la sacristía para que con ella y lo que le da la villa enseñe a los niños) (1).

Partiendo de lo que se podría considerar como "educación difusa, aquella que presta la familia, la iglesia y la comunidad donde se habita, y que se produce de un modo natural y espontáneo por el mero hecho de vivir en sociedad" (2), la enseñanza escolar ha ido paulatinamente institucionalizándose y haciéndose cada vez más presente en las sociedades a lo largo de toda la Edad Moderna, primero con el humanismo renacentista del XV-XVI y posterior y fundamentalmente debido al impulso modernizador de La Ilustración, en la segunda mitad del XVIII. Las primeras escuelas públicas infantiles solían nacer bajo el amparo de la Iglesia, que las utilizaba como medio de adoctrinamiento, pero poco a poco fueron formando parte del patrimonio colectivo de los municipios y el salario de los maestros empezó a ser costeado por ayuntamientos, en muchos casos acompañados por aportaciones de los padres de los escolares cuando las economías familiares lo permitían.

Es en el siglo XVIII, con la nueva monarquía borbónica, cuando ya podemos encontrar escuelas de primeras letras en todas las ciudades y en gran parte de los pueblos de Castilla, incluidos los muy pequeños. La recuperación demográfica de este siglo, que contrasta con el acelerado crecimiento del XVI y el posterior estancamiento y decadencia del XVII (3), junto con la prosperidad burguesa, el aumento de las rentas en el medio rural y la subida del comercio artesanal propiciaron un crecimiento económico que se tradujo entre otros muchos aspectos en la generalización de las escuelas por todo el medio rural peninsular. Para comprobarlo, vamos a echar mano de un documento sin par que nos dará una radiografía de la situación escolar en el Reino de Castilla a mediados de este siglo, el Catastro de Ensenada. Puesto en marcha durante el reinado de Fernando VI por el Secretario de Hacienda y riojano Zenón de Somodevilla y Bengoechea, Marqués de la Ensenada, con una finalidad eminentemente fiscal, no cumplió las expectativas iniciales de servir para formalizar una recaudación tributaria mas igualitaria, en palabras de la época “para alivio de los vasallos”, pero la ingente cantidad de datos proporcionados en él han servido para dar a conocer infinidad de aspectos de la sociedad dieciochesca, desde padrones de habitantes hasta apeos de la riqueza, pasando por ser una fuente de información geográfica, catastral, estadística, jurídica, económica e incluso histórica de primera magnitud. En fin, magna obra de obligada consulta para conocer la realidad de la sociedad del final del Antiguo Régimen (4). 

Vamos a seguir en este post las notas del trabajo “Los maestros de primeras letras en La Rioja a mediados del siglo XVIII” (5) cotejándolos con los del  Catastro de Ensenada referidos a Laguna.

En la respuesta conjunta a las preguntas nº 30, 31, 32 y 33 del Interrogatorio de la Villa de Laguna que los responsables locales del Catastro dieron en el año 1751, haciendo una relación pormenorizada de los trabajadores y ocupaciones en el pueblo, se puede leer lo siguiente: “Juan de Ataure por lo que gana por Maestro de esquela organista y Notario Apostolico y salario que le da la Yglesia 1400 r.” (4). La media de ingresos totales del maestro se sitúa alrededor de 950 r. en los 207 núcleos de población de entonces, en la que hoy es Comunidad Autónoma de la Rioja y que en esa fecha pertenecían a las provincias de Burgos y Soria (Laguna concretamente a la de Burgos). Y en el libro Mayor de lo Raíz de legos, donde se verifican, comprueban y en su caso son rectificados por los responsables locales del catastro los datos declarados por cada vecino en su declaración jurada, se dice que Juan Joseph de Atauri gana por maestro escuela, 540 r., por notario apostólico de 100 a 110 r.,“conforme las dispensas de casados ayaque si fallan estas no llega a esto” y por organista, “por el cavildo”, 100 r., “por la yglesia”, 300 r. y “por la villa”, 350 r. En total esos 1400 r. /año que veíamos más arriba. En conjunto, si consideramos todas la profesiones que ejerce, un salario mayor que el de la mayoría de los vecinos que se dedicaban a la labranza, a otros oficios e incluso a la fabricación de paños de lana, aunque significativamente menor que el del médico y el del boticario (que pasaba de los 4.000 reales). 




Fig. “Catastro de Ensenada. Autos y Respuestas Generales del Interrogatorio de Laguna de Cameros”. Respuesta a las preguntas nº 30, 31, 32 y 33.

No estaba por tanto demasiado mal pagado el maestro, a pesar del dicho clásico “pasar más hambre que un maestro de escuela”, si lo comparamos con el resto de salarios del medio donde vive, pues a menudo, como hemos visto, ejerce otra u otras profesiones (sacristán, fiel de fechos, campanero u organista y notario apostólico, como en este caso) con las que complementar sus ingresos. Es decir, que en general, estrecheces sí podrían pasar como tantos otros vecinos, pero hambre, no. También podemos observar, como muchas de estas segundas profesiones estaban ligadas a la iglesia, lo que aumentaba en cierta medida su estimación social. La mayoría de ellos no poseía titulación de ningún tipo, aunque unos pocos habían sido examinados en algún centro de reconocido prestigio, título que exhibían al formalizar las escrituras de contrato con los ayuntamientos.

Las fuentes de financiación para el pago del salario del maestro eran fundamentalmente tres, municipal (el concejo asumía el pago tanto de maestro como el de otros empleos “conducidos” como boticario, albéitar, médico, cirujano, barbero y sangrador, etc), particular (las familias de los escolares) y la caridad (obra pía o fundación). Las dos primeras a veces se complementaban. En una sociedad rural tan dependiente del medio, cuando las cosechas escaseaban por las circunstancias climatológicas, también el salario del maestro se resentía al mermarse las arcas municipales y los ingresos familiares. En cuanto a los pagos podían ser numerarios o en especie (fanegas de trigo o cebada). Veamos lo que ocurría en Laguna. En la declaración jurada que Juan Joseph de Atauri presenta a los encargados del catastro dice lo que gana por el salario de maestro de primeras letras: “Tendre regularmente por maestro de primeras letras; un año con otro de quarenta y seis a cinquenta y quatro muchachos en la escuela; de treinta a treinta y seis de leer, y paga cada uno por todo el año seis reales, los restantes diez y ocho o veinte poco mas o menos de escribir y estos pagan por año doze reales y entre estos vecinos habra de cuatro a seis contadores que pagan por año diez y ocho reales vellon” (4). Es decir, alrededor de esos 540 r. que le calcula el Libro Raíz citado arriba, pagado por los padres de los escolares que aprendían a leer, a escribir e incluso a contar.

La importancia social del maestro en el siglo de Las Luces era incuestionable en una sociedad rural como la castellana, donde el maestro no se dedicaba a las labores agrícolas, ni al “vil” comercio (considerado entonces como deshonroso). Su condición de servicio público era aceptada en todos los pueblos. Es decir, eran personas respetables y tratadas de don, que tenían un empleo distinguido y una alta estimación social. Muchos eran o se consideraban hidalgos y para el desempeño de su cargo se les exigía limpieza de sangre y esmero en su conducta con arreglo a los preceptos morales de la Religión Católica imperante. En el citado memorial, Juan Joseph de Atauri, el maestro de Laguna dice, que “no tengo estado conocido en esta villa, aunque todos mis ascendientes han sido de su origen vizcaynos y algunos donde viben estan reconocidos por hijos dalgo” (4).

A pesar de otro dicho clásico, “la letra con sangre entra”, no parece del todo cierto que el maltrato escolar por parte de los maestros fuera generalizado y que fueran siempre bien toleradas por toda la sociedad de entonces ciertas prácticas de maltrato infantil. Si bien es cierto que la percepción social del maltrato y la tolerancia hacia éste ha ido cambiando significativamente desde épocas pretéritas hasta hoy, no lo es menos, que algunas situaciones extremas por parte de algunos maestros tampoco eran bien vistas. Y para comprobarlo se puede recurrir a la documentación judicial del AHPLR donde aparecen un buen número de pleitos por parte de los padres contra los maestros por crueldad con sus hijos escolares. 

La situación de las escuelas y los maestros durante este siglo XVIII en los países de nuestro entorno europeo, como Francia, Inglaterra, Portugal, Bélgica o Italia, a pesar de lo que a veces pudieran pensar los que sistemáticamente ven nuestra historia de forma muy pesimista, no era muy diferente a la doméstica. Los métodos de enseñanza y la disciplina eran muy similares. En la práctica totalidad de escuelas de primeras letras de toda España, los maestros centraban sus esfuerzos en enseñar de forma empírica a los niños, solamente a los niños, a leer, escribir y contar (6), y como no a memorizar el sempiterno catecismo de la Religión Católica, como no podía ser de otra manera en un país como el nuestro, donde este credo era único y obligatorio. Recordemos que la escolarización se producía entre los cinco o seis y los doce o trece años aproximadamente, sólo para niños, y que el calendario escolar estaba fuertemente influenciado por el ciclo anual de las labores agrarias.

Los pueblos de la hoy Comunidad Autónoma de La Rioja vivían una situación un tanto privilegiada con respecto a otros territorios de la Corona, debido fundamentalmente a la actividad económica relacionada con “la viña” en el valle y con “la lana” en las serranías. Había maestros en más de la mitad de ellos, una proporción más elevada que en otras provincias limítrofes, como Cantabria, Guadalajara y Palencia y semejante o incluso un poco superior a la de Madrid. Había maestro en pueblos con apenas unas decenas de vecinos e incluso en algunos casos, cuando el pueblo era muy pequeño, los escolares acudían al pueblo más próximo con escuela estable. También en los pueblos riojanos había altas tasas de alfabetización y salarios de maestros más elevados que en otras provincias, lo que viene a demostrar la alta estima social de esta profesión en nuestra tierra. El total de habitantes que da el Catastro para el territorio de la actual provincia de La Rioja, según cálculos de Santiago Ibáñez (aplicando un coeficiente de 4,21 para la conversión de vecinos en habitantes) es de 117.892, agrupados en 207 núcleos de población. El número total de maestros de primeras letras es de 123, lo que nos da un ratio de un maestro por cada 958 habitantes (7). En fin, la situación en este siglo, sobre todo después de su segunda mitad cuando se da un verdadero impulso a esta educación motivado por las ideas modernizadoras de La Ilustración (6), contrasta bruscamente con la posterior a la Guerra de la Independencia, en la que se produce un retroceso importante en todos los parámetros relacionados con la educación escolar infantil. Pero esta realidad del siglo XIX la veremos en otro post.

No podemos dejar de comentar, siquiera sucintamente, la situación de las maestras en un contexto fundamentalmente masculino como el que comentamos. Teniendo en cuenta que no hay apenas escuelas de niñas en las que se pague del común a las maestras, la presencia de alguna es excepcional. Se consideraba que para la mujer lo importante no era que aprendiera a leer y escribir, sino que fuera una “buena ama de casa” y “cuidara a su marido e hijos”. El Catastro identifica al sujeto fiscal con el cabeza de familia que normalmente era el “hombre de la casa”. Apenas sabían leer y escribir y básicamente enseñaban la doctrina cristiana.

  1. AHDL. Libro Iº de Fábrica de la Iglesia Parroquial de Laguna de Cameros. Año 1622. Auto de visita del Benemérito Don Joseph Bendigar y Arellano. También, ALLONA Y CAÑAS, B. Ensayo de Monografía Histórica de Laguna de Cameros. Imprenta y Librería Moderna. Logroño. 1925, p. 41.

  2. Zapater Cornejo, M. Escuelas de indianos en La Rioja. IER. Logroño. 2007, p.54.

  3. Para La Rioja, véase, Gurría García, P.A. La población de La Rioja durante el Antiguo Régimen demográfico, 1600-1900. IER. Logroño. 2004. Y para el conjunto de España, véase, Nadal, J. La población española (Siglos XVI a XX). Editorial Ariel. Barcelona. 1986.

  4. WEB del AHPLR. Catastro de Ensenada. Laguna de Cameros. Año 1751.

  5. Gómez Urdáñez, J.L., Pascual Bellido, N. y alii. Los maestros de primeras letras en La Rioja a mediados del siglo XVIII. Brocar, nº 43. 2019. pp. 127-161. 

  6. Escolano Benito, A et alii. Historia ilustrada de la escuela en España. Dos siglos de perspectiva histórica. Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Madrid. 2006.

  7. Ibáñez Rodríguez, S., Armas Lerena, N. y Gómez Urdáñez, J.L. Los señoríos en La Rioja en el siglo XVIII. UR. Logroño. 1996. pp. 27 y 28.


13.7.21

MARCO ADMINISTRATIVO Y JURISDICCIONAL DE LAGUNA DE CAMEROS DESDE EL SIGLO XVI HASTA NUESTROS DÍAS 

Hemos leído en múltiples ocasiones, como Laguna de Cameros, desde el siglo XVI en adelante, ha formado parte sucesivamente de la provincia de Burgos, de la de Soria y finalmente de la nueva provincia de Logroño, al llevarse a cabo la hasta ahora definitiva división provincial de Javier de Burgos de 1833. Pero, ¿cómo y cuándo se produjeron estos cambios administrativos y jurisdiccionales? Esto es en esencia, lo que vamos a tratar de dilucidar a continuación.

Según el Censo de Floridablanca 1, en 1787, Laguna de Cameros pertenecía a la Provincia de Burgos, Partido de Logroño. Veamos el mapa siguiente, en el que se refleja el reparto del territorio actual de la Comunidad Autónoma de La Rioja entre las dos provincias de Soria y Burgos, a finales del siglo XVIII 2:























Fig. Mapa de La Rioja elaborado sobre el Censo de Floridablanca 3.

Como se puede apreciar, además de Laguna, también pertenecían a la provincia o intendencia de Burgos, en el Partido de Logroño, las poblaciones de Montalbo, Torre y Trevijano, además de Torrecilla, Villoslada, Almarza, Ortigosa, Lumbreras y Nieva, entre otras del Camero Nuevo. A la Provincia de Soria pertenecían, como villas eximidas, es decir independientes del partido del que históricamente habían dependido y del que habían adquirido su independencia previo pago, Ajamil, Cabezón, Jalón, Luezas, Muro, Hornillos, Rabanera, Santa María, San Román, Soto (con su barrio Treguajantes) y Torremuña. También Gallinero, Pinillos y Villanueva, en el Camero Nuevo, entre otras. Al partido de Calahorra, también en la Provincia de Soria, pertenecían Terroba y Velilla. Por lo demás como se observa, una división un tanto anárquica y poco funcional que se venía arrastrando, con pequeñas variaciones, desde finales del siglo XVI 4. Esta fragmentación motivada por razones históricas como consecuencia de la señorialización territorial producida en la meseta norte durante la Reconquista y el comienzo de la edad Moderna, se puede observar con pequeñas variaciones en el “Censo de los Millones” de 1591 5.

Con el objetivo de racionalizar la división administrativa y jurisdiccional de la España borbónica, se producen al final del Antiguo Régimen todo un conjunto de reformas ilustradas tendentes a conseguir una mejora sustantiva en la gestión fiscal. Durante el reinado de Carlos IV surge la figura de Miguel Cayetano Soler, superintendente general de Hacienda y promotor de las reformas territoriales de comienzos del XIX que fueron el principal antecedente de la división provincial definitiva de Javier de Burgos de 1833, que con pequeñísimas modificaciones es la que hoy se mantiene. Entre 1799 y 1809, el plan de Cayetano Soler permitió crear nuevas provincias, modificar límites de otras y partidos, y suprimir algunas para proceder a una ordenación más racional basada en la distancia a la capital de las nuevas demarcaciones, con lo que facilitar los pagos impositivos en la capital recaudadora. Esta reestructuración en las provincias de Burgos y Soria, determinó, entre otras variaciones, que Laguna de Cameros, hasta entonces adscrita a la provincia de Burgos, pasase a formar parte de la de Soria.

El 11 de noviembre de 1801, el Consejero de Hacienda de Carlos IV, Pedro Fermín Indart, firma un plan (“arreglo de provincias y partidos”) en el que quedarán reflejados todos los pueblos y partidos de que ha de constar la Provincia de Soria desde el 1 de enero de 1802 en adelante. En total, 582 pueblos, 477 del Partido de Soria y 105 del Partido de Logroño. Así, Laguna, Montalbo, Torre y Trevijano pasan de la Provincia de Burgos (partido de Logroño) a la de Soria (también en el Partido de Logroño); Velilla y Terroba, hasta entonces en el Partido de Calahorra, Provincia de Soria, pasan al Partido de Logroño (Provincia de Soria); las villas eximidas de Ajamil, Rabanera, Jalón, Luezas, Muro, Hornillos, Santa María, Soto y su anejo Treguajantes, Torremuña, San Román y Cabezón, siguen siendo villas eximidas de la Provincia de Soria 6.

A partir de aquí, y a pesar de los vaivenes políticos que se produjeron en el primer tercio del siglo XIX, reinado de José Bonaparte, Cortes de Cádiz, Sexenio Absolutista, Trienio Liberal, Década Ominosa, etc. en lo que afecta a Los Cameros, esta distribución se mantuvo hasta 1833 en que se produjo la última y definitiva división provincial de Javier de Burgos.

Javier de Burgos, ministro liberal de Fomento con Isabel II, fue el encargado de sacar adelante el decreto de división provincial seguramente más citado de la historia. El territorio nacional quedó dividido en 49 provincias (dos de ellas insulares, Canarias y Baleares) sobre la base de criterios similares a los de Cayetano Soler, esto es, racionalidad de la extensión territorial conjugada con aspectos históricos y desaparición de la mayor parte de los enclaves (con alguna excepción). Este marco administrativo de 1833 se mantendrá, por lo que se refiere a Los Cameros, sin modificaciones hasta hoy. El actual territorio de la Comunidad Autónoma de La Rioja pasó a formar parte de la nueva creación provincial conocida con el nombre de Logroño en atención a su capital.

Y así, de esta manera un tanto resumida, hemos visto como Laguna de Cameros, desde el siglo XVI en adelante, ha pasado de formar parte de la provincia o intendencia de Burgos a la de Soria y de ésta a la de Logroño, para acabar formando parte de la Comunidad Autónoma de La Rioja en 1980.

Citas:

1. El denominado “Censo de Floridablanca”, se llevó a cabo entre 1785 y 1787 bajo la dirección del conde de Floridablanca, primer secretario de Estado y del Despacho del Rey Carlos III. Con una finalidad eminentemente demográfica y económica, y no fiscal-contributiva como ocurría hasta entonces con los censos, es uno de los primeros censos realizados siguiendo técnicas estadísticas modernas. La información se recogía por individuos y no por vecinos y su objetivo no era sólo conocer el número de habitantes, sino también sus características, como el sexo, la profesión, la edad y el estado civil. Se realizó mediante visitas a los pueblos por parte de la autoridad competente y se prohibió hacer públicos los datos individuales. Además se recogieron también otros datos como el número de hospitales, las casas de religión, de reclusión, etc. Se siguió una división civil del territorio por Provincias o Intendencias y de las islas, también incluidas las posesiones de Orán, Ceuta, Alhucemas y el Peñón. La elaboración se realizó sobre la base de cuestionarios enviados a los intendentes de las distintas provincias del reino a quienes se les requirió para que determinaran cada una de las poblaciones de su zona. El resultado del censo se publicó en 1787 y dos años después se publicaron dos tomos más, uno con los datos pormenorizados de cada localidad de cada intendencia y un segundo conteniendo un nomenclátor con todos los núcleos poblacionales de España y sus islas. Consideran los expertos que la fiabilidad de éste censo es bastante elevada. 

2. WEB del INE. a) “CENSO ESPAÑOL EXECUTADO DE ÓRDEN DEL REY COMUNICADA POR EL EXCELENTÍSIMO SEÑOR CONDE DE FLORIDABLANCA, PRIMER SECRETARIO DE ESTADO Y DEL DESPACHO, EN EL AÑO DE 1787”. Imprenta Real de Madrid. 1787.

b) “ESPAÑA DIVIDIDA EN PROVINCIAS E INTENDENCIAS, Y SUBDIVIDIDA EN PARTIDOS, CORREGIMIENTOS, ALCALDÍAS MAYORES, GOBIERNOS POLÍTICOS Y MILITARES, ASÍ REALENGOS COMO DE ÓRDENES, ABADENGO Y SEÑORÍO. OBRA FORMADA POR LAS RELACIONES ORIGINALES DE LOS RESPECTIVOS INTENDENTES DEL REYNO, A QUIENES SE PIDIERON DE ORDEN DE S.M. POR EL EXCMO. SR. CONDE DE FLORIDABLANCA, Y SU MINISTERIO DE ESTADO EN 22 DE MARZO DE 1785. CON UN NOMENCLATOR, O DICCIONARIO DE TODOS LOS PUEBLOS DEL REYNO, QUE COMPONE LA SEGUNDA PARTE”. TOMO I. Imprenta Real de Madrid. 1789.

c) “NOMENCLATOR O DICCIONARIO DE LAS CIUDADES, VILLAS, LUGARES, ALDEAS, GRANJAS, COTOS REDONDOS, CORTIJOS Y DESPOBLADOS DE ESPAÑA, Y SUS ISLAS ADYACENTES: CON EXPRESION DE LA PROVINCIA, PARTIDO Y TERMINO A QUE PERTENECEN, Y LA CLASE DE JUSTICIAS QUE HAY EN ELLAS: FORMADO POR LAS RELACIONES ORIGINALES DE LOS INTENDENTES DE LAS PROVINCIAS DEL REYNO, A QUIENES SE PIDIERON DE ORDEN DE SU MAGESTAD POR EL EXCELENTISIMO SEÑOR CONDE DE FLORIDABLANCA, Y SU MINISTERIO DE ESTADO, EN 22 DE MARZO DE 1785”. Tomo II. Imprenta Real de Madrid. 1789.

3. https://www.bermemar.com/PROVINCIA/mapa1789.htm

4. El Censo de los Millones, realizado en las tierras de la Corona de Castilla en el año 1591 por Felipe II, se elaboró como base para la recaudación de un nuevo impuesto extraordinario (el de los "8 millones de ducados" autorizado por las Cortes de Castilla celebradas entre 1588 y 1590) motivado fundamentalmente por el desastre de la Armada Invencible. El llamado "donativo", que se debía pagar en seis anualidades comenzando a partir del segundo semestre de 1590, recaería sobre todos los vecinos sin distinción de estado, fueran hidalgos y nobleza titulada (estado noble), fueran pecheros (estado llano) o formasen parte del clero secular, cada clérigo considerado como un vecino o regular, cada diez frailes o monjas equivaliendo a un vecino (estado eclesiástico). Siempre presentes los privilegios. En un principio, el reparto de las cantidades a recaudar en cada territorio se organizó en base a la información obtenida en el Censo de Pecheros ordenado por Carlos I en 1528, pero diversos problemas y quejas dieron lugar a la creación de un nuevo censo, el Censo de los Millones de 1591. En este censo se recogían los pueblos agrupados por provincias y se reflejaba el total de vecinos clasificados por estados. El marco territorial para la realización del censo fue la Corona de Castilla, es decir sin la Corona de Aragón y exceptuando también el Pais Pasco y Navarra. También es conocido este censo con el nombre de Censo de Tomás González, por ser este archivero de Simancas, quien en 1829 realizó una recopilación de fuentes demográficas del siglo XVI que pudo encontrar entre la documentación conservada en el citado archivo. Estas notas precedentes están extractadas de una página del INE en la que se comenta este censo, http://www.bne.es/export/sites/BNWEB1/es/Servicios/PreguntasMasFrecuentes/docs/Fuentes_Demograficas.pdf.

5.WEB del INE. "CENSO DE LA CORONA DE CASTILLA DE 1591". El INE ha publicado un amplio estudio sobre este censo dividido en cuatro tomos:

a) "ESTUDIO ANALÍTICO". Un estudio estádítico-histórico en profundidad.

b)"VECINDARIOS". Con las aproximadamente 12.000 entidades de población que se incluyen en el censo.

c) "ANEJO A VECINDARIOS". Con índices alfabéticos de todas las localidades del censo.

d) "FACSIMIL". Reproducción facsimilar de la obra de investigación estadístico-histórica de Tomás González Hernández, del año 1829, en la que se realiza una recopilación de fuentes demográficas del siglo XVI, entre ellas este "Censo de los Millones" de 1591.

6. BPS. "Provincia de Soria. Relación de los pueblos de que ha de constar desde el primero del año de mil ochocientos y dos en adelante para el pago de las Reales contribuciones y demas cargas a que estan obligados". Madrid. 23/12/1801. Signatura: SS-A F-13.



7.7.21

 INMATRICULACIONES ECLESIÁTICAS EN EL CAMERO VIEJO


El día 16 de febrero pasado salió a la luz pública un informe del Gobierno sobre los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica en España, entre los años 1998 (reforma de la Ley Hipotecaria del gobierno de Jose María Aznar que permitía inmatricular los lugares de culto a la Iglesia Católica a través de una simple certificación eclesiástica, esto es, por la firma del obispo de turno) y 2015 (en que se suprimió este tipo de inmatriculación). Durante estos casi 20 años, la Iglesia Católica ha registrado por este procedimiento 30.335 bienes, de los cuales unos son templos o dependencias complementarias (Mezquita de Córdoba o Catedral de Sevilla) y otros son fincas con destinos diferentes al culto (terrenos, solares, viviendas, almacenes, huertos, locales, etc). En La Rioja concretamente, por certificación eclesiástica, se han inscrito como bienes de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, 250 bienes. Algunos de estos bienes identificados son, un trastero en Cornago, un colegio de Alfaro, el cementerio de Autol o el templo parroquial de Santo Tomás, también en Alfaro. En Logroño se han registrado entre otros, la ermita del Cristo del Humilladero y el solar con uso de frontón deportivo en el barrio de “El Cortijo”. Ezcaray es el municipio que se lleva el récord riojano de propiedades registradas con cerca de una veintena de bienes, entre los que abundan templos, fincas, huertas, una vivienda y la ermita de Santa Bárbara. 

Veamos en el Camero Viejo. En Soto, 2 fincas rústicas, 1 solar y la parroquia; en San Román, la casa parroquial y 8 fincas rústicas; en Jalón, la parroquia; en Muro, 1 ermita y 1 finca rústica y en Laguna de Cameros, son dos los bienes que la Iglesia ha registrado de esta manera cuando menos cuestionable, una ermita (presumiblemente la de “El Pero”) y la Parroquia. Joder, joder, con el clero. 

Jorge Mario Bergoglio, jefe de la Iglesia Católica, se dirigió el día 6 de julio de 2013 a 6.000 seminaristas y novicias reunidos en el Vaticano y en un discurso improvisado pidió que la Iglesia no siga la riqueza y los religiosos sean coherentes con su voto de pobreza. En este mundo en que las riquezas hacen tanto daño”, dijo el pontífice, “los curas y las monjas tenemos que ser coherentes con la pobreza. Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia”. Pues eso. 

En el siguiente enlace se pueden comprobar todos los bienes inmatriculados en La Rioja por la Iglesia Católica entre 1998 y 2015: https://nuevecuatrouno.com/2021/02/16/bienes-inmatriculados-gobierno-iglesia-rioja/ .